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Retiro de espiritualidad holística en clave de mujeres

02/23/2015

Sabias, Místicas, Profetizas y Maestras

En el camino de búsquedas e intuiciones comunes, treinta y ocho mujeres provenientes de distintas regiones del país (Neuquén, Santa Fe, Misiones, Santiago del Estero, Buenos Aires) y una de Brasil, compartimos un espacio de prácticas holísticas de silencio, meditación y oración para profundizar en las fuentes de la espiritualidad feminista. El encuentro se realizó en la Casa de Retiros Espirituales de las Hijas de la Misericordia (italianas) de la localidad de San Miguel (Buenos Aires) durante los días 4 al 6 de febrero de 2015.
Nuestra espiritualidad holística busca poner en relación las diversas dimensiones de nuestra persona para ahondar en la experiencia espiritual de transformación de sí y del mundo. De la mano de Carolina Acosta, antes de cada tema, dedicamos tiempo a la expresión corporal para despertar nuestros centros de energía, la memoria y la experiencia de la vida cotidiana. Con la ayuda de Susana García aprendimos a respirar profundamente y a meditar desde prácticas de yoga para facilitar el trabajo en la interioridad. Así predispuestas, luego de cada tema del retiro nos sumergimos en el silencio personal. Como preparación habíamos reflexionado previamente a partir del texto de Geraldina Céspedes “Espiritualidad en tiempos de globalización” que luego desarrollaron y ampliaron Mónica, Susana y Graciela.
Mónica Ukaski nos ayudó a despertar a la conciencia de ser mujeres sabias compartiendo y realizando experiencias de espiritualidad y oración de diversas tradiciones que favorecen la sanación interior y la transformación de las relaciones interpersonales. Susana Pascuale nos motivó a ser capaces de tener una visión liberadora del mundo para cultivar la dimensión mística que lleva a descubrir el Misterio de Dios en la vida cotidiana y a reconocer las variadas manifestaciones de su presencia. Graciela Dibo nos invitó a reconocer la capacidad de ser maestras de las relaciones entre mujeres y de la relación con la Sabiduría de Dios encarnada en Jesús. A lo largo de los tres días fuimos percibiendo el poder de la visión y de las palabras enraizadas en la Sabiduría Divina que nos hacer ser profetizas del Misterio de Dios y actoras responsables en un mundo en cambio.
En diversos momentos celebramos esta conciencia al aire libre con símbolos que nos ayudan a establecer la conexión íntima, con todos y con el cosmos. La eucaristía, como fuente de la espiritualidad cristiana, vivida en clave ecuménica nos ayudó a recuperar sentidos y a agradecer la sororidad y amistad que nos enlaza y fortalece. Estamos agradecidas por sentirnos convocadas y bendecidas a lo largo de este caminar en la red de Arraigos para la Vida y nos fuimos con la decisión de hacer crecer estas experiencias en cada lugar donde vivimos.