Por los cerros, «con Dios adentro»
«…Arraigar en mi corazón la experiencia más fuerte de “Olvidarme de mi”…
Si tengo que contar lo que traspasó mi corazón en el mes de mayo, lugares … personas…, tendría que empezar a contarles que aprendí que no hay cosas sagradas y cosas profanas, simplemente hay cosas susceptibles de ser consideradas como sagradas o como profanas, y que no designan realidades distintas sino aspectos de la misma y única realidad. Son lo que se llaman “distinciones de razón”, son distinciones que hacemos en nuestra cabeza metodológicamente para tratar de comprender lo mejor posible la realidad que se nos presenta como complejamente inabarcable. Son como las laderas de la montaña que a la vista son muy distintas pero la montaña es una. Lo mismo pasa con la historia tampoco las hay sagradas como si otras fuesen profanas, la historia es una sola…las llamadas historias sagradas lo son porque su pueblo las leyó “con Dios adentro” sosteniendo, acompañando… Las historias de las comunidades y pueblos del cerro son sagradas, porque transitan la vida con Dios adentro… Porque entre los cerros el silencio se abre en palabra y la palabra en encuentros…Entre los cerros se abre la tierra sedienta a la espera continua de lo que acontece y en su sed el misterio…
Agradecida por el camino compartido al Sr. Morales, el Padre Marcelo y la Hna. Daniela; porque acompañaron mi pequeñez con ternura y sencillez, haciendo que en el camino nos habite Dios.»
