Navidad en La Soledad
Con las donaciones de toda la comunidad y la colaboración logística del supermercado online Mercanet, el equipo de voluntariado pudo repartir este regalo en el pueblo como signo de la presencia del Niño Dios.
Al recibir las cajas, las familias expresaron cuánto valoran los gestos de cercanía compartidos durante todo el año, su profundo agradecimiento por lo recibido y sus deseos de unas felices y bendecidas fiestas para todos.
«La vida se sigue abriendo camino. La sostienen las manos de mujeres que admiro. La renuevan los jóvenes que son mis amigos. La adornan los más pequeños con su transparencia de niños.
Mientras tanto… el mundo nos dice «consuman y acumulen»; y vos nos decís «consúmanse de amor y no se guarden nada». El mundo nos manda a tener «éxito y poder»; y vos naciste pobre en un pesebre para abrazar con nosotros nuestras propias miserias. El mundo gira alrededor de unos pocos que oprimen y se quedan con lo que es para todos; y vos te entregás en la Cruz para que a nadie le falte la vida.
En el barro, en la tierra seca. A la sombra de un árbol, al sol del mediodía. En una esquina ruidosa de la ciudad, en la soledad tranquila del campo. En el lugar donde comen los animales, en la mesa donde el pan se multiplica, se parte y reparte para todos… La vida nace. La vida se comparte. La vida se entrega.» (Lourdes Arbeloa – Voluntaria)
