Diplomado latinoamericano en cuidado
Porque Cristo mismo nos ha confiado el cuidado y la protección de los más pequeños e indefensos: “el que acoja a un niño como éste en mi nombre, a mí me acoge” (Mt 18, 5). Por lo tanto, tenemos el deber de acoger con generosidad a los menores de edad y a las personas vulnerables y de crear para ellos un ambiente seguro, atendiendo, de modo prioritario, sus intereses. Esto requiere una conversión continua y profunda, en la cual la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la credibilidad del anuncio evangélico y a renovar la misión educativa de la Iglesia”.
Con estas palabras, el Papa Francisco, en la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio sobre la Protección de los menores y las personas vulnerables, nos invitaba fuertemente al compromiso en la protección de niñas y niños y adultos vulnerables.
Escuchando este llamado, el CELAM, el CEBITEPAL y la CLAR, sumaron sus recursos y esfuerzos para gestar y llevar a cabo el primer Diplomado latinoamericano presencial en cuidado y protección. El Diplomado se desarrolla durante 4 meses en la ciudad de Bogotá, desde el 1° de Agosto al 25 de noviembre.
Los estudiantes pertenecen a diez países: México, El Salvador, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Argentina.
La Hermana Alejandra Elbaba junto a los Hermanos César Henriquez y Jesús García son los profesores coordinadores y tutores del curso. En un ritmo muy intensivo, con clases de lunes a viernes de 8 a 16h, se van intercalando las intervenciones de profesores invitados y expertos en distintas temáticas como infancia en las culturas de América Latina, psicoafectividad, prevención, acompañamiento a víctimas, etc. La metodología implica muchas horas de investigación y lectura personal, así como intercambios grupales de gran nutrición experiencial y espiritual.
Sueño y realidad, con este Diplomado de cuidado y protección de Niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables, queremos seguir dando pasos muy concretos para comprometernos de verdad, para que nuestra querida Iglesia en América Latina y el Caribe sea un lugar seguro para todos.