15 años del Voluntariado Elmina Paz Gallo
«La fiesta tuvo tres partes. En un primer momento se hizo una memoria agradecida por todo lo vivido durante los 15 años, sobre todo a partir de los voluntarios de años anteriores que pudieron venir. Graciela Rubio tuvo a cargo ese momento de dar la bienvenida y de invitar a escribir en una tarjeta aquello que recordaban del tiempo transcurrido. Hubo momentos muy profundos que no quedaron escritos en el papel, sino que pudimos escuchar relatos de experiencia de las visitas a Villa Vieja y al itinerario en La Pampa en Ascochinga.
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En el segundo momento, se destacaron los aprendizajes recogidos de estas experiencias. Allí, una de las voluntarias compartió que llegó a ser madrina de un niño de Villa Vieja y que él le regaló una frase que ella se tatuó porque se volvió lema para su vida. También fueron invitados a colocar los recuerdos narrados en el tren que se plasmó en una de las paredes del salón de actos del colegio, donde cada vagón era un año del voluntariado.
El tercer momento fue compartir cómo se vive el voluntariado hoy. Por eso, Carla Solzona, una voluntaria, ex alumna del colegio y coordinadora del voluntariado actualmente, dijo palabras emotivas de su propia experiencia como voluntaria y cómo cobra sentido continuar en la medida que haya un servicio para hacer en favor de los demás.
Finalmente se realizó el brindis y los voluntarios más jóvenes se animaron a bailar.
Ha sido una alegría contar un con grupo de padres y madres de los voluntarios que ayudaron en el servicio de la mesa. ¡Gracias Madre Elmina por seguir despertando voluntades y corazones serviciales para nuestros hermanos más necesitados!»
