Compartiendo vivencias del camino cuaresmal
“Gestos que construyen futuro”
Hoy es 27 de febrero del 2016, estamos en la 3 semana de cuaresma y es la celebración del cumpleaños de Sofía, una niña de una familia numerosa, sin papá y mamá biológicos porque ya partieron a la casa del padre. Es de condición humilde de extrema vulnerabilidad social y económica.
Hoy fui testigo de algo muy grande: el AMOR y todo lo que el amor puede hacer: transformar sanar, hacer feliz a alguien y experimentar gratuidad y misericordia…
Conocí a una Mujer que me dio testimonio de lo que significa amar a alguien por amar nomás, se llama Mariela.
Mariela, lo que tú haces con esta niña es inmenso, desborda bondad.
Nadie puede resistirse a tan gran gesto de Mujer, sos acogedora, cariñosa… y esto hace que puedas establecer contacto con los demás sin ningún esfuerzo de tu parte, es muy natural, espontáneo y libre. Un don en tu vida.
Sofía te eligió a ti, y tú le respondiste porque escuchaste su carencia aunque no te lo dijo con palabras, ese es también el lenguaje del que ama.
Abriste tu corazón y tu casa para recibirla, le diste tu familia como su familia.
Pude observar algunas miradas entre tú y Sofía, se entienden con mirarse; este también es lenguaje de amor. El agradecimiento a los obsequios, tu admiración por la alegría de Sofía y tu enseñanza: “diga gracias hija”; las fotos con todos…; muchos detalles tan maternos y femeninos… Mariela, ¡GRACIAS!
Estoy segura que estos, son los gestos que jamás se borran en la vida de los niños, por eso tengo la certeza que estas grabando el corazón de Sofía con mucha dulzura y que lo que le brindas no lo olvidará jamás.
Hoy, mi última oración del día, es GRACIAS SEÑOR por hacerme testigo cada día del amor que pusiste en el corazón de cada persona; gracias por tu vida Mariela, por tu familia y amigos, y por la vida que tienes y brindas dando lo mejor de ti cada día. También digo gracias porque mujeres como tú hacen mejor el mundo cotidianamente.
Hna Gladis Manzur
Comunidad Casa Madre