Congreso Internacional para la Misión de la Orden de Predicadores | Roma, Italia – del 17 al 21 de Enero
Del 17 al 21 de enero junto a la Hna Alicia Barton participamos del Congreso para la Misión de la Orden en Roma, con el cual se culminó y clausuró el Jubileo Dominicano por los 800 años de aprobación de la Orden de Predicadores. En la apertura, Fr. Carlos Azpiroz Costa op hizo memoria de la novena de años en que la Orden fue reflexionando y preparándose para la celebración del jubileo.
Bajo el lema “Enviados a predicar el Evangelio”, Fr Bruno explicó que esta misión de ser enviados a predicar la Palabra de Dios es lo que nos convoca, por lo mismo no es un tema del Congreso, sino un objetivo, ya que los trabajos de este Congreso, con la representación de toda la familia dominicana del mundo, desean abrir pistas para el futuro de la Orden, ser un estímulo para enviarnos, animarnos y contextualizar nuestra misión como familia desde la diversidad de modos y contextos en los que estamos predicando. Es por ello que los talleres tuvieron el objetivo de ahondar en las diversas experiencias de predicación de nuestra familia para dar un nuevo impulso a la misma.
El Congreso estuvo estructurado en cinco días, el primero dedicado a la Apertura, el segundo al “Evangelio, como experiencia de Humanidad”; el tercero a la “Predicación como Encuentro”, el cuarto “Enviados, como Servicio”; el quinto, a las conclusiones y clausura con la celebración de la Eucaristía con el Papa Francisco en la Basílica de San Juan de Letrán.
Cada día tuvimos dos ponencias principales en la mañana en las que escuchamos siempre a un hermano y una hermana; luego los talleres y por las tardes un momento para la predicación por el Arte (teatro, música y baile) y luego una mesa panel con diferentes intervenciones según el tema del día. Concluimos cada día con una peregrinación a las Basílicas principales de Roma.
Deseo expresar ante todo algunas vivencias, lo primero es constatar la riqueza pluricultural de nuestra familia, que tomó rostro vivo para nosotras en esta experiencia. Realmente es un don y una responsabilidad muy grande saber que nuestra familia dominicana está presente en todo el mundo y por ello mismo todo el mundo en su diversidad de contextos, está al interior de nuestra familia, en nuestras entrañas de compasión por el mundo, para caminar juntos en el anuncio de la Palabra de Dios como fuente de esperanza.
El día 19 de enero, dedicado a la Predicación como Encuentro, me tocó animar el Taller sobre Arte y Predicación que titulé, Arte: lugar de encuentro, transformación y anuncio. En el mismo recogí algunas pistas de reflexión desde mi investigación, pero fundamentalmente compartí un amplio bagaje de experiencias en las cuales el Arte es fuente de encuentro, de transformación de las personas y realidades y de anuncio de la Palabra de Dios. Puedo afirmar que muchas de las prácticas pastorales de nuestra congregación estuvieron allí presentes: el compromiso en la educación, las misiones y voluntariados, talleres, retiros y trabajo en nuestras comunidades, donde los lenguajes artísticos facilitaron la expresión. Los Predicartes y la práctica de sus murales como experiencias que invitan a salir de lo individual para acoger a la comunidad.
Haciendo síntesis de todo lo compartido, decíamos al final del taller: ¿qué es predicar?
- Ser protagonistas de acontecimientos que sean Buenas Noticias, para las personas y para la sociedad
- Entregar el Evangelio para fecundar la vida de las personas y sociedades, para que las mismas sean cada vez más humanas y plenas.
- Encontrar gestos, lenguajes, acciones capaces de provocar encuentro, de transformar personas y realidades y dar sentido a la vida.
No dudo que este Congreso seguirá nutriendo la vida de la Orden en sus múltiples realidades. Algunas expresiones que quedaron resonando dentro de mí:
- “hagamos lo que el Señor quiere de nosotros, aunque nos cueste la vida” Fr. Carlos Azpiroz Costa op
- “¿qué Buena Noticia podemos atisbar en el mundo desgarrado de hoy, que Verdad humana podemos descubrir? No somos capaces de sanar todas las heridas del mundo, pero sí aliviarlas”. Fr. Mauro Johri OFM.
- “Todos los seres humanos pueden ser un evangelio para nosotros. Nuestra tarea sería ayudar a vislumbrar una chispa de la Salvación que nos es prometida”. Hna Teresa Hieslmayr op – (Refugiados en Austria)
- “Donde muere la verdad o la vida es el lugar donde debemos estar como dominicos”. Hna Marcela Soto op. (Bolivia)
- “¿Cómo curar la memoria herida sobre todo cuando la misma memoria golpea? ¿Cómo tener nosotros mismos las heridas de los pueblos en los que predicamos? La Buena Noticia es acoger con solidaridad a quien está herido”. Fr. Emmanuel Ntakarutimana op – Burundí
- “¿Cómo nuestras conversaciones transforman nuestras identidades y nuestra misión como predicadores?” Hna Mary Catherine Hilkert op (USA)
- “Sólo la Palabra contemplada da lugar al Encuentro, cuando el Evangelio suena como Buena Noticia, cuando abre al diálogo y encuentro con el mundo actual”. Fr. Felicísimo Martínez op (España)
- “Ir hacia el otro es parte de nuestros genes, no podemos ser dominicos sin la pasión de salir, de partir al encuentro con los otros… el diferente nos enseña quién soy yo”. Fr. Jean Jacques Perennés op (Jerusalén)
- “Jesús asumió la muerte, porque decidió estar con los hombres… Debemos estar en las redes sociales con el nombre propio. Un internet desencarnado no funciona. Para evangelizar en las redes sociales se necesita de verdaderas personas hablando de verdad con otras personas. Debe ser identificado y encarnado”. Sra Natalia Trouiller (Francia)
- “El envío se produce en este encuentro: gente que sufre y un Dios conmovido que ve su sufrimiento y envía. El enviado no es el que tiene la iniciativa, sino que, somos enviados. La expresión yo soy el que decide, ha pervertido el sentido de la misión. Es Dios extravertido, quien escucha el clamor de su pueblo, que nos envía a dar signos de la proximidad del Reino”. P. Gilles Routier (Canadá)
- “La misión de la Orden es estar en vigilia. Estamos al servicio de la Iglesia, para ir a donde aún esperan los signos de la conversación de Dios con los hombres. Ir fuera de las fronteras y las seguridades”. Fr. Bruno Cadoré op
- “Nos preguntamos: qué haría Jesús en estas circunstancias…. Tenemos que ser testimonio de que Jesús trabaja entre nosotros y nos ayuda cada día, mediante otros también. Somos testimonios con nuestras vidas de que la tragedia, el dolor y la violencia no tienen la última palabra en nuestro país”. Luma Khuder op (Irak).
Se nos hicieron las siguientes preguntas: ¿Qué he visto, tocado, contemplado? ¿Cómo he sido transformado? ¿Cómo me siento enviado a predicar el Evangelio dado por Jesús?
Hemos visto rostros de todas las razas y culturas, hemos oído diferentes lenguas, hemos podido percibir algo de los desafíos de algunas realidades en las que nos encontramos como familia. Hemos contemplado que el Evangelio puede no sólo transformar a las personas, sino hacer arder realidades con esperanza.
Nuestra celebración junto al Papa Francisco renovó nuestra conciencia que estamos al servicio de la Iglesia, en la misma pasión de llevar la Luz que nos trajo Jesús, su Evangelio, como fuente de esperanza al mundo entero.
Es mucho más lo que podríamos seguir compartiendo del desarrollo de todo el congreso, por eso les adjuntamos algunos link para que puedan acceder en la web así seguir enriqueciéndose con todo el material que se encuentra disponible.
Hnas. Valeria Nougués y Alicia Barton
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