Introducción al Zen
Del 3 al 5 de junio se realizó el séptimo retiro de introducción al zen, coordinado por la Hna. Alejandra Elbaba.
Un grupo de 20 personas se dispuso con su cuerpo, alma y corazón a que la gracia de Dios se derrame generosa y gratuitamente. La única consigna: silencio y quietud.
A continuación, reproducimos extractos de una entrevista hecha a Berta Meneses (religiosa filipense, Palencia, 1945), Maestra Zen, del Zendo Betania, de Barcelona, a donde pertenece la comunidad tucumana de meditadores. Creemos que, con un carisma inigualable, resume en pocas palabras el camino del zen occidental y cristiano.
¿Qué es el zen o en qué consiste?
Dicen que no se puede definir, pero podríamos decir que el zen es un camino espiritual que ayuda a la persona a despertar su verdadero yo y a vivir consciente del «aquí» y del «ahora». Pero sobre todo, el zen es una práctica llamada zazen, basada en el silencio y la quietud.
Es monja cristiana y también maestra zen: ¿son complementarios o independientes?
La conexión existe desde el momento en el que es la misma persona quien las practica. Sin embargo, son dos cosas distintas. El zen está al margen de doctrinas y creencias, y tiene una cosmovisión concreta: no necesitas ser ni cristiano, ni católico, ni budista, ni islámico ni agnóstico para poder practicar zen. Puedes practicarlo creas lo que creas. Precisamente, el zen ayuda a profundizar en las creencias que ya tiene cada uno.
Llega a ser tan radical en el compromiso de la persona que profundiza toda su actividad y su manera de pensar.
El zen consiste en el silencio profundo: ¿cómo se practica?
Hay tres elementos: el cuerpo, la respiración consciente y la atención. La postura ha de mantener el equilibrio y el silencio corporal, que es el primer silencio que hay que conseguir. A través de este silencio y con la respiración abdominal, hay que serenar la mente y conseguir no pensar en nada.
No debe ser sencillo…
No, no lo es. Pero hay otro nivel que cuesta aún más, el que llamamos «la conversación de nuestro pequeño yo». El que te juzga, el que te dice «esto está bien» o «esto está mal», se te ha olvidado esto o lo otro…
¿Como un Pepito grillo?
Sí, como un pinche tirano o un Pepito grillo que continuamente esta diciéndote cosas. Hacer callar esto solamente se consigue cuando prestas mucha atención a la respiración consciente, que es la respiración que te ayuda a serenar esa mente que habla.
En ese espacio también hay pensamientos, pero no interrumpen; simplemente, pasan. Es como la metáfora del monte Fuji, donde siempre hay nubes. Tú eres la montaña y tu percepción es la del cielo, no la de las nubes (o los pensamientos). El cielo contiene todas las nubes, pero no has de pararte a mirarlas. Tienes que dejarlas pasar, como si fuera una cinta de cine.
¿En qué consiste encontrarse a uno mismo?
En el inconsciente tenemos un montón de «grabaciones» con las que nos hemos identificado y que dificultan el verdadero ser que somos, porque no somos el rol que tenemos que representar. Hay muchas cosas en nuestro inconsciente que han sido frustradas por vivencias que hemos tenido a lo largo de la vida. De algunas no nos creemos merecedoras y sí lo somos, y en cambio potenciamos otras que no nos convienen, pero las mantenemos por roles que hemos adquirido. No es un trabajo de resolver los problemas del inconsciente, sino de disolverlos.
¿Y al disolverlos somos más felices?
Exacto, porque conseguiremos no estar tan condicionados. No eres tu carnet de identidad, ni la imagen que han creado de ti. Es un trabajo de desidentificar a ese «pequeño yo» y aprender a identificarse con lo que verdaderamente eres. Cuando se descubre eso, se goza de muchísima más libertad.
Este espacio también está abierto para todo aquel que quiera meditar en el camino espiritual: los días Martes a las 20.00 hs. en el Colegio Santa Catalina, y los Miércoles a las 15.00 en el Colegio Santa Rosa (Sede Yerba Buena). Para mas informacón comunicarse con la Hna. Alejandra Elbaba al mail: aleelbaba@gmail.com