Jóvenes voluntarios en camino
[icon name=»map-marker» class=»» unprefixed_class=»»] En Santa Fe:
La Pastoral Juvenil del Colegio Sagrada Familia (Santa Fe) retomó sus actividades con una convivencia en la que se reunieron todos los ex alumnos y docentes animadores para volver a estrechar lazos y planificar las actividades del año.
El primer desafío asumido, siguiendo el Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco, fue llevar adelante una campaña de útiles para los niños y niñas de la Escuela Itatí, en donde realizan su Voluntariado. Luego, hicieron entrega de lo recolectado, con el objetivo de que no vean vulnerado su derecho a aprender, haciendo presente las huellas de Elmina.
[icon name=»map-marker» class=»» unprefixed_class=»»] En Tucumán:
El Equipo de Voluntariado del Colegio Santa Rosa (Tucumán) visitó la comunidad de La Soledad junto a profesionales de la salud para revisar a niños, adolescentes y jóvenes y completar la ficha médica escolar. Médicas de familia, odontólogas y una fonoaudióloga prestaron su servicio en este día de misión dedicado a atender las necesidades de salud a las que no se puede acceder en el pueblo.
Por su parte, las familias de La Soledad expresaron su profundo agradecimiento a los voluntarios, alumnos, docentes, ex alumnas, madres y padres que comparten con generosidad su tiempo y sus saberes para caminar juntos en este espacio que busca sostener el proyecto de compasión que Madre Elmina comenzó.
[icon name=»map-marker» class=»» unprefixed_class=»»] En Rosario:
«Tras transitar los años anteriores con demasiada incertidumbre, miedos y la imposibilidad de acercarnos físicamente a nuestro lugar de misión, junto con mis compañeros del Voluntariado del Colegio Santísimo de Rosario hemos iniciado un nuevo año. Un nuevo ciclo con la ilusión y la esperanza renovada de que queremos continuar lo que Elmina empezó.
Con la adquisición de la casa que actualmente nos permite disponer de un espacio más de trabajo, hemos comenzado a caminar con mayor fortaleza para seguir creciendo y ofrecerle a la comunidad del barrio La Ribera (nuestro lugar de misión) un punto de encuentro que les permita encontrarse entre ellos de una forma más significativa, respetuosa y generosa. También que cada niño/a, adolescente y adulto de allí logre hallar el sentido de pertenencia. Por eso, en Febrero nos reunimos a planificar cuál sería el mejor camino para llevar a cabo este proyecto y de qué modo podríamos guiar y acompañar durante este camino a los chicos/as . Fue así que decidimos plantear para el primer sábado del año un encuentro en el sean ellos mismos quienes puedan ir reflexionando y construyendo ciertos principios de convivencia .
Teniendo presente “El cuidado de la casa” como eje, generamos una propuesta lúdica, momentos de presentación y de diálogo planteando varias situaciones problemáticas que han surgido estos últimos meses (conflictos vinculares, descuido de los materiales de trabajo y de aspectos específicos de la edificación que fueron afectados). Entre risas, dudas, intercambios de pensamientos y experiencias individuales, se logró una actividad diferente e imprescindible para la revinculación y afiliación a la comunidad.
Deseamos poder seguir en camino mucho tiempo más y poco a poco ir desplegando cada uno de los proyectos que hemos soñado desde el inicio del Voluntariado. Que la llama que nos anima a seguir en camino nunca se apague.
¡Gracias a las Hermanas de la Comunidad y a todos los que nos siguen aún en la distancia apoyándonos!» ([icon name=»commenting» class=»» unprefixed_class=»»] Lourdes Lafitte, voluntaria y ex alumna)