“Estuve preso y me visitaste” : Desde la escucha de mujeres privadas de libertad
Testimonios recogidos de la cárcel de mujeres
MUJERES: Ellas están por un tiempo juntas
Cumplen una rutina cada día, tienen necesidades insatisfechas, son muchas y crueles, sienten la invisibilidad, el anonimato, “mientras estoy aquí no soy nadie”, no tengo documentos, no puedo votar, la privacidad no existe.
En este lugar no entran ladrones a robar pero las cosas faltan, desaparecen, podemos hacer lío dicen hasta por una bolsa plástica!. Es mucha la tristeza y estas cosas la hacen más difícil, el estar aquí saca lo peor de nosotras, el atropello es permanente. Cada día quienes nos cuidan revuelven nuestras cosas queriendo encontrar algo que alguien trajo en las visitas, es difícil, no se que me paso para llegar a este lugar, nunca pensé vivir así.
RELACIONES: Pocos quieren estar cerca!
Aquí es imposible tener relaciones de amigas, somos compañeras o somos enemigas. Cuesta mucho tener buen trato y respeto por lo que la otra quiere, es mucho el enojo como para pensar en eso y el enojo mas grande es el abandono de la familia, la ausencia de los hijos.
Los días de visita uno espera y espera pero pasan los días y ni las amigas de afuera llegan para verte o preguntar como estas? No hay fuerzas para hacer relaciones, (dicen), son pocas las personas que quieren estar cerca de una!
APRENDIZAJES: este tiempo y este espacio me acercaron a la VIDA, a LOS OTROS, a DIOS
Se que lo que estoy viviendo es porque me lo busque; no pensé nunca que llegaría a este lugar, es un lugar para fomentar la vagancia, tenemos comida todos los días, una cama para descansar, tiempo para hacer cosas para mi o ir a la escuelita, pero son pocas las que participan en los espacios o propuestas que nos ofrecen, hasta que nos damos cuenta de lo importante que es tener las manos y la mente ocupadas, que son espacios que nos ayudan a superarnos, que podemos pensar otras cosas mientras pintamos, mientras hacemos cosas manuales.
Sueño con la libertad, sueño con tener un trabajo, cuidar de mis hijos, quiero ser la que era! No regresaré mas a este lugar. Pero este tiempo y este espacio me acercaron a la vida, a Dios, a los otros. Nuestros niños nos necesitan estamos perdiendo tantas cosas junto a ellos y a lo mejor nos reclamen, nos dirán que nos necesitaron y no estuvimos y lloramos y desesperamos!
Esperamos el día viernes cuando tenemos un espacio para hablar con los miembros del equipo de la pastoral, son momentos que calman nuestros corazones, encienden nuestra esperanza, reímos juntas comprendiéndonos en este tiempo, así como es! y nos ayuda para que sea mejor o mas llevadero para cada una.
En la precariedad y vulnerabilidad de estas experiencias cada una de ellas, se encuentra a sí misma y alimenta sueños de libertad !!
Nosotros nos preguntamos junto al Papa Francisco:
“Cada vez que llamo a los presos de Buenos Aires, de vez en cuando lo hago para charlar un rato, me pregunto:¿Por qué él y no yo? ¿Merezco yo más que él para no estar allí? ¿Por qué él ha caído y no yo? Es un misterio que me acerca a ellos!
“Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel” (Heb 13,3)
Hna. Gladis Manzur OP
Comunidad Casa Madre