Profesión perpetua de la Hna. Daniela
En la misa, en la que estuvimos presentes algunas Hermanas y miembros de su familia, Dani se consagró para siempre a Dios y al pueblo, para sostener su compromiso con el proyecto de Madre Elmina por el resto de su vida. También lo vivimos como un día en el que todas renovamos de forma especial nuestra consagración religiosa.
Este paso es además para todos un signo de esperanza en el contexto desafiante que atravesamos y una invitación a que cada uno pueda profundizar en sus propias búsquedas para recordar o descubrir en qué misión entregarse de forma comprometida.