Semana Santa en La Pampa 2021
El regreso fue diferente, no hubo abrazos ni rondas de mates pero sí se sintió un encuentro profundo donde pudieron vislumbrar la necesidad de Dios, especialmente en este tiempo.
Durante su estadía en Ascochinga, caminaron sus calles y las colmaron de esperanza, de felicidad, de amor…de vida, compartiendo con su gente lo cotidiano. También organizaron juegos para los niños y para las familias, momentos de oración y de escucha para luego celebrar juntos el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, acompañándolo en su camino de entrega y de amor.
Luján Gómez integra el grupo de jóvenes voluntarios y relata cada momento compartido durante la misión:
“Vivimos días de mucha actividad, donde el anhelo, los reencuentros, el servicio y el amor estuvieron muy presentes. Fue una misión diferente, con muchos cuidados, donde no hubieron mates o abrazos, pero nos llevó a encontrar nuevas formas de cercanía; por ejemplo, nos vi abrazando más que nunca desde la escucha, la compañía y el consuelo.
Entre los voluntarios y el pueblo se sintió una sintonía hermosa. Había mucha alegría de reencuentro por todos lados. Compartimos celebraciones, misa, canciones, Vía Crucis, charlas, algunos juegos, momentos de reflexión y mucha amistad.
Escuché decir a muchos voluntarios, que Ascochinga es un lugar mágico y concuerdo plenamente. Los corazones que han pasado y siguen pasando, sus historias, los vínculos, la confianza y sentires que vivimos es lo que lo llena de magia.